Una flotilla, fuegos artificiales que se ven desde el Malecón, la planificación de un concierto para desviar la atención, y agresiones a corresponsales de AP que intentaban hacer su trabajo.
Esto es Cuba. Una isla secuestrada hace casi ya 53 años por un señor muy viejo, con un cinismo enorme. Que sigue ahí, tras cinco décadas, aupado por dóciles y deshonestos discípulos.
A muchos de ellos se les pudo escuchar en un contubernio que se hizo llamar Los medios alternativos y las redes sociales. Nuevos escenarios de la comunicación política en la era digital. Da risa saber de lo que hablaron allí los pupilos del viejo señor: conspiración trasnochada, conjura de necios.
Caricatura tomada del blog Entendiendo el caos, de Garrincha.
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