domingo, 8 de abril de 2012

Morirnos de amor y de ganas

Tuvo que venir él, para que yo volviese a La Habana. Con el pensamiento. Sintiendo sus canciones, en la Casa América de Catalunya (Còrsega 299 Entresuelo, 08008 Barcelona), entre viejos conocidos de la Lenin, creí volver a tener 20.
Gerardo llevaba dos años sin viajar, según confesó. Era su primer concierto en Barcelona. Cuando escuché Sábanas blancas, Cuidado cuando corres, o Giovanna, regresé a esa isla tan de él, tan de todos, pese a los perversos que se han obcecado en enseñarnos solo odio, recelos y a ver el enemigo en cualquier otro.




1 comentario:

  1. En un viaje relámpago a La Habana a finales del 94 compré, no recuerdo dónde, quizás en los portales de Infanta, un cassette EGREM con el disco Los lobos se reúnen. No tenía dónde escucharlo, porque como andaban los precios y las necesidades en esos años no lograba ahorrar mucho más. Así que ese disco fue el primero de la colección que fui acumulando hasta que cuatro o cinco años más tarde pude comprar un "equipo de sonido", dicho así inspiraba mas respeto que la palabra grabadora. El viejo cassette de Gerardo llegó a ser muy ambulante, iba para las reuniones con amigos y llevaba mi disco. Desde entonces, Giovanna me parece una canción tremenda.

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